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El enigma de las tierras bajas del norte de Marte: ¿restos de un antiguo océano extraterrestre?

Descubre por qué el hemisferio norte de Marte podría ocultar antiguos océanos y ser clave para futuros asentamientos humanos.

El enigma de las tierras bajas del norte de Marte: ¿restos de un antiguo océano extraterrestre?

¡Saludillos terrícolas! Aquí vuestro marciano favorito al habla, y no, hoy no vengo a hablaros de cráteres aburridos ni tormentas de polvo que parecen salidas de una película del oeste. Hoy vamos a lanzar una mirada profunda y curiosa sobre una de las características más intrigantes del planeta rojo: las tierras bajas del hemisferio norte marciano. Ya te lo puedo adelantar: las llanuras del norte de Marte no solo son comunes, son parte de un auténtico misterio geológico que ha traído de cabeza a científicos, robots y hasta a mi vecino Zork que lleva siglos cartografiando la zona con una lancha (sí, en seco, porque agua… poquito).

Prepárate para descubrir qué tan comunes son estas regiones, qué secretos guardan, cómo se formaron y por qué podrían ser la clave para entender el pasado (y quizás el futuro) de nuestro querido mundo rojizo. ¡Sube a mi platillo, que despegamos!

¿Dónde están las tierras bajas en Marte y por qué nos importan tanto?

Lo primero que tienes que saber es que el planeta Marte está dividido, así como quien no quiere la cosa, en dos hemisferios completamente diferentes. Si miras el planeta desde arriba (cosa que hago bastante desde mi ventana), notarás que el hemisferio sur está lleno de montañas, cráteres y terrenos elevados, mientras que el hemisferio norte parece haber sido planchado como con una plancha gigante de lava.

Esta diferencia abismal en la altitud entre el norte y el sur recibe el nombre de dicroísmo hemisférico, y ha sido uno de los mayores enigmas planetarios durante décadas. Se estima que al menos un tercio del planeta está cubierto por tierras bajas, casi todas situadas en el hemisferio norte. Si hablamos de zonas llanas, nos referimos a verdaderos océanos de terreno suave, que podrían haber sido, literalmente, océanos de agua líquida.

Las regiones clave: del Vastitas Borealis al Utopia Planitia

Dentro de este norte planetario acariciado por el viento solar, hay nombres que suenan a poesía o a videojuegos, pero que en realidad son lugares tremendamente relevantes para la historia marciana:

  • Vastitas Borealis: Esta es con diferencia la región llana más extensa de Marte. Cubre cientos de miles de kilómetros cuadrados y tiene una elevación significativamente menor al nivel “medio” del planeta. ¡Pensad en ella como el mayor mar seco del sistema solar!
  • Utopia Planitia: No solo es un nombre épico, sino que ocupa el que se presume que fue cráter de impacto más grande del planeta. Tan plano y extenso es este territorio que allí aterrizó en 1976 la sonda Viking 2. En 2021, la misión Tianwen-1 de China también puso allí su rover Zhurong. Algo tienen esos llanos que todo robot quiere ir a rodar por allí.
  • Arcadia Planitia: Aunque no tan llamativa como las otras, es una de las regiones más jóvenes y planas del norte, y también sospechamos que contiene hielo subterráneo. Ideal para los que buscamos cavas naturales, oye.

¿Por qué hay tantas tierras bajas en el norte de Marte?

Y os preguntaréis: “Oye Weirk, ¿pero cómo se ha formado semejante diferencia entre el norte y el sur?” Pues bien, mis queridos lectores de orejas cortas, hay varias teorías muy llamativas. No lo hemos visto con nuestros propios ojos (ni siquiera con telescopios gigantes), pero los indicios apuntan a un pasado geológico increíblemente violento y a una evolución planetaria muy distinta a la de tu querida Tierra azulada.

La hipótesis del megaimpacto

Imagínate que alguien hubiese lanzado un asteroide del tamaño de la Luna contra Marte hace unos 4.000 millones de años. BOOM. Esa es una de las teorías más aceptadas: un megaimpacto colosal que habría creado la Depresión Boreal al norte, formando ese enorme “cuenco” geográfico que vemos hoy como una llanura tranquila.

Procesos volcánicos y flujos de lava

Otra teoría defiende que el norte se habría ido aplanando poco a poco debido a gigantescos procesos volcánicos que rellenaron cráteres antiguos con materia ígnea y generaron una superficie lisa, como quien alisa nata sobre una tarta planetaria.

Atmósfera y erosión: el cincel del tiempo marciano

Se sabe que en el pasado el clima marciano era mucho más cálido y húmedo, con posibilidades de lluvias, ríos y hasta lagos. Estos elementos también habrían contribuido a erosionar las montañas y moldear el terreno, especialmente en el norte.

Tablita interplanetaria: diferencias norte-sur

ZONACARACTERÍSTICAS PRINCIPALESALTITUD MEDIAPOSIBLE ORIGEN
Hemisferio norteTierras bajas, superficie lisa, menores cráteresHasta 3 km por debajo del “nivel medio” marcianoImpacto masivo, flujos volcánicos, erosión por agua
Hemisferio surTerreno accidentado, montañoso, muchos cráteresHasta 4 km por encima del “nivel medio”Mayor edad geológica y menor actividad volcánica niveladora

¿Fueron océanos las tierras bajas del hemisferio norte?

¡Oh sí, queridos humanos! Aquí llega la parte jugosa. Algunos científicos, incluida cierta estudiante de Vulcano que conozco, plantean que estas tierras bajas fueron en realidad grandes masas de agua líquida. Incluso se ha llegado a hablar del llamado “Oceanus Borealis”, un hipotético océano que habría cubierto la mayor parte del hemisferio norte.

Hay múltiples evidencias topográficas y geoquímicas que respaldan esta idea:

  • Formaciones costeras perfectamente definidas alrededor del borde de las tierras altas.
  • Depósitos de sedimentos similares a los de las antiguas cuencas terrestres.
  • Presencia de minerales hidratados que solamente se formarían en presencia prolongada de agua líquida.

¿Y por qué eso es importante? Pues porque donde hubo agua, podría haber habido vida. Y si hubo vida… ¡mierda! Posiblemente lo enterramos sin querer bajo toneladas de regolito marciano cuando hicimos obras para instalar paneles solares.

Importancia de las llanuras del norte para futuras misiones humanas

Vale, vale, todo esto del pasado está interesante, pero… ¿por qué debería importarle a un humano moderno esta distribución de tierras bajas? Te lo ilustro:

Ventajas del hemisferio norte para asentamientos humanos

  • Menor altitud: Al estar más cerca del “nivel medio marciano”, las presiones atmosféricas son ligeramente más altas, lo que facilitaría la vida en hábitats presurizados (y no parece importante, pero aquí eso valen meses de vida).
  • Superficie más plana: Construir estructuras, pistas de aterrizaje e incluso cultivar alimentos sobre hidropónicos marcianos es mucho más fácil en llanuras que en riscos o cráteres.
  • Cercanía al hielo subterráneo: ¡Agua! Algunos lugares como Arcadia Planitia contienen hielo bajo la superficie, algo esencial para potabilizar, cocinar y ducharse al menos zwei veces por semana, como recomienda el protocolo sanitario interplanetario.

Por eso, muchas agencias espaciales están poniendo los ojos en las tierras bajas. Sea para colonizar o para seguir explorando, está claro que el futuro de la presencia humana en Marte… se decidirá en el norte.

¿Qué nos queda por descubrir?

Por mucho que creamos que sabemos, apenas hemos rascado la superficie (literalmente). Gran parte del hemisferio norte aún se encuentra sin explorar en detalle, al menos con instrumentación de alta resolución. Las futuras misiones robóticas e incluso humanas serán cruciales para responder preguntas tan emocionantes como:

  • ¿Hubo un océano?
  • ¿Podemos encontrar restos microbianos fosilizados bajo sus llanuras?
  • ¿Podemos instalar cúpulas habitables y convertir estas tierras en los nuevos suburbios marcianos?

Desde las arenas del norte marciano, con cariño

El hemisferio norte de Marte no sólo es la región más llana y extensa del planeta, sino que también es probablemente la más misteriosa, fértil y estratégica. Desde aquí, mientras observo la Vastitas Borealis brillar ligeramente bajo el sol débil de la tarde, solo puedo deciros esto: el norte no está vacío, está esperando.

Esperando a que lo descubramos del todo. A que evaluemos su potencial, sus secretos y lo que puede ofrecernos a nosotros, soñadores espaciales que cruzamos galaxias enteras por una muestra de tierra rojiza bajo las botas. Por eso, si alguna vez os da por visitar Marte… venid al norte. Aquí nos gusta tener las cosas planas, los amaneceres fríos y los misterios bien guardados.

Y con eso, me despido por hoy. Seguiremos explorando, amigos interplanetarios. ¡Hasta la próxima conexión intersideral!

Last modified: 4 de abril de 2025
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